Para muestra basta teclear
desarrollo sustentable en el buscador más popular y obtener 4.120.000
resultados. Nadie duda que esta palabra está de moda, utilizada por los
portavoces de los medios de comunicación, discursos de líderes políticos,
miembros de organizaciones no gubernamentales, se ha convertido en un concepto
comodín o adaptable a contextos e ideologías diversas y hasta enfrentadas.
La fundación del Español
Urgente, que vela por el correcto uso del idioma español, advierte sobre lo que
el uso excesivo, eufemístico o publicitario provoca sobre el significado de la
palabra sostenible. Aquí no vamos a discutir sobre la utilización de sostenible
y sustentable, lo dejaremos para otra ocasión. http://www.fundeu.es/noticias-articulos-palabras-insostenibles-5441.html
Remontándonos
al origen del concepto desarrollo sustentable, el debut del término se dio con
el Informe Brundtland (1987) a través del trabajo de la Comisión Mundial de
Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas: como “aquel que satisface las
necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones
futuras para satisfacer las propias necesidades”. Y aquí ya
tropezamos con un primer problema: ¿las necesidades de quiénes? ¿Todos no
tenemos las mismas necesidades?
Bien lo define Eduardo Gudynas: “en
la medida en que el Desarrollo Sustentable es un concepto plural, ya no tiene
sentido insistir en que hay una `única` definición, apostando a clarificar cuál
es la `verdadera`… debido a que eso dependerá de las propias perspectivas y
valoraciones de las personas". Por lo tanto propone hacer evidentes esas diferencias, para
comprender en qué ideas se fundan, identificar las tendencias en juego y así
encontrar alternativas acordes a la realidad latinoamericana. http://www.otrodesarrollo.com/desarrollosostenible/GudynasEcoDesSostenibleCap3.pdf
Para José Manuel Naredo en su artículo sobre
el origen y el uso del término “SOSTENIBLE”” “el
éxito de la nueva terminología se debió en buena medida al halo de ambigüedad
que la acompaña: se trata de enunciar un deseo tan general como el antes
indicado sin precisar mucho su contenido ni el modo de llevarlo a la práctica”.
http://habitat.aq.upm.es/cs/p2/a004.html
Coincidimos en que la
definición del Informe Bruntland resulta muy vasta y abstracta, si no se aplica
a lo que cada sociedad en particular entiende como desarrollo sustentable,
según sus propias necesidades y particularidades locales o regionales, y cuál
es el papel y responsabilidad de cada participante para lograrlo ( ir de la conceptualización
a la acción).
Wittgenstein, filósofo del
lenguaje, afirmaba que el significado de una palabra es su uso en el lenguaje,
en el hacer cotidiano a través de prácticas, en el contexto de uso. Se trata de
hacer operativo el concepto, para que no quede en una simple palabra hueca, vacía.
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