domingo, 26 de febrero de 2012

De qué hablamos cuando de hablamos de...



Para muestra basta teclear desarrollo sustentable en el buscador más popular y obtener 4.120.000 resultados. Nadie duda que esta palabra está de moda, utilizada por los portavoces de los medios de comunicación, discursos de líderes políticos, miembros de organizaciones no gubernamentales, se ha convertido en un concepto comodín o adaptable a contextos e ideologías diversas y hasta enfrentadas.

La fundación del Español Urgente, que vela por el correcto uso del idioma español, advierte sobre lo que el uso excesivo, eufemístico o publicitario provoca sobre el significado de la palabra sostenible. Aquí no vamos a discutir sobre la utilización de sostenible y sustentable, lo dejaremos para otra ocasión. http://www.fundeu.es/noticias-articulos-palabras-insostenibles-5441.html

Remontándonos al origen del concepto desarrollo sustentable, el debut del término se dio con el Informe Brundtland (1987) a través del trabajo de la Comisión Mundial de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas: como “aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las propias necesidades”.   Y aquí ya tropezamos con un primer problema: ¿las necesidades de quiénes? ¿Todos no tenemos las mismas necesidades?

Bien lo define Eduardo Gudynas: “en la medida en que el Desarrollo Sustentable es un concepto plural, ya no tiene sentido insistir en que hay una `única` definición, apostando a clarificar cuál es la `verdadera`… debido a que eso dependerá de las propias perspectivas y valoraciones de las personas". Por lo tanto propone hacer evidentes esas diferencias, para comprender en qué ideas se fundan, identificar las tendencias en juego y así encontrar alternativas acordes a la realidad latinoamericana. http://www.otrodesarrollo.com/desarrollosostenible/GudynasEcoDesSostenibleCap3.pdf

Para José Manuel Naredo en su artículo sobre el origen y el uso del término “SOSTENIBLE”” “el éxito de la nueva terminología se debió en buena medida al halo de ambigüedad que la acompaña: se trata de enunciar un deseo tan general como el antes indicado sin precisar mucho su contenido ni el modo de llevarlo a la práctica”. http://habitat.aq.upm.es/cs/p2/a004.html

Coincidimos en que la definición del Informe Bruntland resulta muy vasta y abstracta, si no se aplica a lo que cada sociedad en particular entiende como desarrollo sustentable, según sus propias necesidades y particularidades locales o regionales, y cuál es el papel y responsabilidad de cada participante para lograrlo ( ir de la conceptualización a la acción).

Wittgenstein, filósofo del lenguaje, afirmaba que el significado de una palabra es su uso en el lenguaje, en el hacer cotidiano a través de prácticas, en el contexto de uso. Se trata de hacer operativo el concepto, para que no quede en  una  simple palabra hueca, vacía. 


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