El sol de Japón es otro después del terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011. Marcó el ritmo de vida, las rutinas de los habitantes de Fukushima, la zona devastada por el desastre natural y sus efectos sobre la central nuclear emplazada allí. Hoy los sobrevivientes tratan de reconstruir sus vidas (tanto material como espiritualmente) y temen el efecto de la radiactividad.
Los pobladores no quieren más plantas
nucleares. Está en juego nada más ni nada menos que la vida de las
generaciones presentes y las que vendrán.
Shinishi Takemura, nombrado miembro del Consejo de Diseño de
la Reconstrucción, afirma que la población de Japón es ignorante del poder de
la naturaleza, ya que debería estar preparada para enfrentar este tipo de
catástrofes naturales características de la isla. “Las
redes de distribución de electricidad, alimentos, agua y conectividad están
centralizadas y, como ha pasado, pueden romperse y dificultar aún más la
supervivencia de la población”. Esto se agrava porque también posee una
“dependencia exagerada de la electricidad”, lo que obstaculiza la búsqueda de
opciones energéticas alternativas.
Además han conseguido una“excesiva dependencia
del exterior tanto en petróleo como en alimentos”, en los años 60 el país era
autosuficiente en un 80% y ahora sólo un 40%” recalca.
Para Greenpeace, son los pobladores los más
vulnerables y afectados por decisiones que toman los gobiernos y las empresas y
que muchas veces la población ignora. Por eso el conocimiento y la
participación pública es clave para optar hacia energías renovables, no
peligrosas y no contaminantes, como afirma con su campaña “Movilízate: Fukushima
nunca más”
Para esta organización “la seguridad nuclear no
existe. Lo único que existen son los riesgos nucleares, inherentes a todo
reactor, y estos riesgos son impredecibles. En cualquier momento, una combinación
imprevista de fallos mecánicos, errores humanos o desastres naturales puede
provocar que cualquiera de los reactores que
hay en el mundo se vuelva incontrolable”.
Aquí un informe realizado por Greenpeace,
llamado “Lecciones de Fukushima”
Greenpeace España
Aquí el discurso de la joven Kokoro Fujinami, en un festival del 11 de febrero de 2012