“Como un
majestuoso faro que guía a los marineros hacia la costa, el «desarrollo» fue la
idea que orientó a las naciones emergentes en su jornada a lo largo de la
historia de la postguerra. Independientemente de que fueran democracias o
dictaduras, los países del Sur proclamaron el desarrollo como su aspiración
primaria, después de haber sido liberados de su subordinación colonial. Cuatro
décadas más tarde, gobiernos y ciudadanos tienen aún fijos sus ojos en esta luz
centelleando ahora tan lejos como siempre: todo esfuerzo y todo sacrificio se
justifica para alcanzar la meta, pero la luz continua alejándose en la
oscuridad.”
Wolfgang
Sachs, investigador alemán, estudia y critica el concepto de Desarrollo, que
surgió en el escenario internacional a partir del discurso de asunción de
Truman, el 20 de enero de 1949. Nació un mito: Desde ahí las naciones se
dividieron en Desarrolladas / subdesarrolladas. De cómo se ejerce el poder a
través de las palabras también. En adelante los países deberían seguir la
orientación del “faro” del Norte para alcanzar el desarrollo, para entrar en “el
concierto del mundo”.
El
libro se llama “Diccionario del Desarrollo. Una guía del conocimiento como
poder” (primera versión en inglés 1992) y es una compilación de debates sobre el
término Desarrollo, una productiva y rica discusión sobre diversos aspectos que
reviste este concepto. Y los problemas que acarrea el modelo impuesto.
“Hoy el faro
muestra grietas y ha comenzado a desmoronarse. La idea de desarrollo se levanta
como una ruina en el paisaje intelectual. El engaño y la desilusión, los
fracasos y los crímenes han sido compañeros permanentes del desarrollo y
cuentan una misma historia: no funcionó. Además, las condiciones históricas que
catapultaron la idea hacia la prominencia han desaparecido: el desarrollo ha
devenido anticuado. Pero sobre todo, las esperanzas y los deseos que dieron
alas a la idea están ahora agotados: el desarrollo ha devenido obsoleto.”
Sin embargo, la ruina está ahí y aun domina la escena
como un hito. Aunque las dudas van creciendo y la incomodidad se siente por
todos lados, el discurso del desarrollo aun impregna no sólo las declaraciones
oficiales sino hasta el lenguaje de los movimientos de base. Ha llegado el momento
de desmantelar esta estructura mental. Los autores de este libro
conscientemente decimos adiós a la difunta idea a fin de aclarar nuestras
mentes para nuevos descubrimientos.”
En nuestro caso, se trata de
redescubrir el “desarrollo” para nuestra hermana Latinoamérica. Reflexionar
acerca de cómo queremos seguir viviendo en esta América (de la cual también nos
han apropiado el nombre), sin imperativos, sin violencia de poder. Pensar
liberados de “los anteojos de color”.
Para seguir leyendo fragmentos del libro sigue este
enlace:
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